Abrir una cuenta exclusiva para el negocio y mantener un registro de transferencias entre tu bolsillo y la empresa crea visibilidad instantánea. Así identificas cuánto realmente cuesta operar y cuánto puedes pagarte sin asfixiar la caja. Añade etiquetas consistentes y anota notas breves de propósito. Ese pequeño esfuerzo ordena conversaciones contigo mismo y te da argumentos para negociar mejor con clientes y proveedores.
No necesitas un software costoso para empezar. Una hoja de cálculo con pestañas para entradas, salidas y previsión semanal puede sostener decisiones poderosas. La clave está en la consistencia y la simplicidad: pocas categorías, descripciones claras, y fechas reales de cobro y pago. Al visualizar en una línea del tiempo, verás el hueco del próximo martes y podrás mover un gasto o adelantar una factura estratégica.
Reserva un bloque fijo, preferiblemente el viernes por la mañana, para registrar movimientos, proyectar dos semanas y enviar recordatorios de cobro. En ese momento designa una meta concreta, como reducir el desfase de caja tres días. Apaga notificaciones y trata tus números como una reunión con tu futuro. Ese hábito, repetido sin drama, crea previsibilidad, confianza y mejores conversaciones con cualquier persona que te apoye.






All Rights Reserved.