Estructura tablas para leads, clientes, ofertas, proyectos y finanzas. Usa enlaces entre registros para relaciones claras y vistas filtradas por etapa. Automatiza cambios de estado, recordatorios y etiquetas de prioridad. Con interfaces, creas paneles para trabajar sin distracciones. Exporta fácil si necesitas migrar. La consistencia de campos, no la cantidad de automatizaciones, será la clave para mantener la base rápida y comprensible cada día.
Centraliza documentación, playbooks y checklist de entrega. Combina bases para contenido, ideas y actualizaciones de producto. Usa plantillas con pasos y criterios de calidad, así cada entrega se siente profesional y repetible. Vincula páginas públicas para recursos gratuitos que atraigan clientes. Un repositorio vivo evita olvidar decisiones, acelera onboarding de colaboradores puntuales y reduce la dependencia de tu memoria cuando la agenda aprieta inesperadamente.
Define reglas sencillas: un campo es la clave del cliente, un registro por transacción, un único lugar para estados. Planifica copias de seguridad mensuales y exportaciones. Documenta mapeos entre herramientas y crea nombres consistentes para zaps o escenarios. Esta gobernanza ligera te ahorra confusiones cuando creces, y hace que cada ajuste sea seguro, reversible y entendible, incluso si vuelves de vacaciones y todo cambió un poco.
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